domingo, 18 de septiembre de 2011



Jim Heron, antihéroe por excelencia, tiene un pasado tortuoso, no siempre ha acertado con las decisiones que ha tomado. Su vida ha estado envuelta en diferentes gamas grisáceas, su alma nunca ha sido o blanca o negra. Pero tras un accidente se encuentra ante las puertas de otra vida, tendrá que caminar entre dos mundos, y para bien o para mal sus acciones determinarán el destino de la Humanidad. Siete almas están a punto de cometer siete pecados capitales y Jim es el reciente y atípico ángel caído encargado de impedirlo.

Vin DiPietro, su antiguo jefe, la primera alma, y el primer pecado: la codicia.

J. R. Ward nos ofrece una novela que hará tambalear nuestro antiguo y obsoleto sistema de creencias. Sus ángeles caídos son personajes rudos, malhablados, lejos de aureolas y poseedores de una naturaleza misteriosa. No sabemos cuáles son las normas que rigen su mundo, que se divide en la eterna batalla del Bien y del Mal, y en el que cada personaje sirve de catalizador para la redención de otro, por medio de los fuertes y verdaderos lazos de la amistad y el amor.


Me ha costado pero a final, lo he terminado.

Lo empecé con muchos ánimos pero se fueron desvaneciendo. Los libros de la Hermandad de la Daga Negra, me gustaron mucho y al empezar esta saga esperaba algo parecido pero... ni punto de computación.

Al principio se me hizo un poco pesado, no acababa de entenderlo pero como salen lugares que también salen en los libros de la Hermandad me anime a seguir. No es hasta la mitad del libro que empiezo a pillarlo, empiezo a familiarizarte con sus personajes... y al final es cuando ya empiezo a engancharme un poco y acabo animándome a terminarlo.

No sé, termina que... :), no voy a ponerlo.

No digo que no me haya gustado nada y que no lea ninguno otro de esta saga pero con el montón de libros interesantes que hay, no creo que pierda el tiempo leyéndome esta saga.

También ha influido un poco que me ha pillado el verano en medio. Dicen que en verano es tiempo para poder leer libros pues en mi caso diría que no. Debo ser una excepción :) Porque casi no he leído nada.